Dios me odia...

Sí. Dios me odia. Ahora mismo estoy tecleando con un solo brazo: el izquierdo. ¿A qué se debe esto? ¡Gimnasia! (Ahora la odio más...) Dios (o más bien un compañero mío ¬¬) actuó durante mi hora de gimnasia en una carrera, choque (contra quién sabe qué) y caí al suelo. ¡No sabéis como reaccione al darme cuenta de que se oyó un crujir y deje de sentir la mano! Para evitar la caída la había metido delante, creía que iba a dar resultado, ya veis lo que me equivoque... No os toméis esto como una excusa, pero el hecho de que escriba esta entrada es, solamente, para deciros que no podré escribir durante un cierto tiempo (hasta que sea capaz de escribir con la derecha, o teclear con más rapidez con ambas...)